La Terapia Akáshica indaga en un nivel de energía causal, aportando soluciones extraordinarias para salvar situaciones inexplicables de nuestra vida.

viernes, 13 de enero de 2012

Sobre los Registros Akáshicos

Los Registros Akáshicos sólo se abren si ciertas condiciones se dan. ¿Cuáles son las reglas?:

Primera regla:
Sólo mediante un amplificador de percepción de las informaciones dictadas por el cerebro bioenergético se pueden recibir con intensidad suficiente las señales provenientes de los registros.

Segunda regla :
Este amplificador debe ser un aparato fabricado según las reglas de la artesanía mágica presentadas en el Tomo II de este libro.

Tercera regla:
Este aparato debe ser personalizado, único, y sólo puede ser fabricado para un solicitante a la vez, y si un Maestro iniciado lo acepta. El Maestro es un ser ya capacitado en este arte que garantiza una filiación cualitativa, pero tiene el inconveniente de ser "iniciación" y no educación; es decir, es una "transferencia de poder" y no una "transferencia de conocimientos".

Cuarta regla:
El que dicta el aparato de amplificación queda kármicamente ligado al mismo y asumirá la responsabilidad de todos los usos que pueda hacer el utilizador, que en este caso, ya no se llama alumno sino discípulo. Esta responsabilidad kármica le genera el derecho y el poder de cerrar -si fuera necesario- este canal que abrió.

Quinta regla:
La captación de los registros no es posible de inmediato en los 3 niveles, sino progresivamente, según lo que pueda soportar la organización bioenergética y espiritual del discípulo.

* El primer nivel es limitado a una percepción binaria, contestaciones por sí o por no a miles de preguntas cada hora, que permiten ayudar a gran cantidad de pacientes, de buscadores de la verdad, de investigadores sobre la sanación espiritual o de medios evolutivos de todo tipo. Una de sus utilizaciones preponderantes, es la de permitir plantear todo tipo de diagnóstico que escape al ámbito del cerebro neuronal (cerebro sensorimotor del mundo tridimensional). El discípulo constatará desde este nivel que sólo un cerebro bionergético puede indagar a otros cerebros de misma estructura y sutileza; lo que no es necesario para descubrir una nueva molécula que actúa en los neurotransmisores, pero sí indispensable para comprender
la envergadura y los orígenes de los tormentos que atraviesan miles de pacientes.

* El segundo nivel es metafórico/arquetípico, donde se reciben "paquetes de informaciones" (en el sentido casi informático de la palabra); es el nivel necesario para captar nuevas tecnologías y meterlas en obra concretamente.

* El tercer nivel es muy refinado y peligroso, es el acceso directo a los planes de Dios, que permite análisis de futurología, conocimiento de misiones espirituales, descubrimiento de razones y leyes cósmicas que
administran la vida humana. Pocos alumnos llegan a este tercer nivel que es directamente autorizado por Dios y no por el Maestro que transmitió la iniciación.

Sexta regla:
Los Registros se abren, pero los mensajes que se reciben lo son al prorrateo de la preparación cultural de quien plantea las preguntas. Es difícil concebir que un economista reciba contestaciones válidas de agronomía, o que un carpintero descubra una molécula sanadora del cáncer. Por el contrario, es posible que un carpintero reciba dibujos de muebles, cuyas formas serían capaces de sanar el cáncer y un empresario, nuevos conceptos económicos cuya aplicación solucionarían aspectos de la pobreza en el mundo. Lo mismo un agrónomo podrá recibir nuevas técnicas de agricultura de alto rendimiento. La preparación cultural es
determinante en el planteo de la pregunta, la comprensión de los mensajes recibidos y sus aplicaciones en el mundo real. En conclusión, no esperen abrir los registros en sectores que no comprenderán.

Séptima regla:
Los veinte guardianes de los registros (que evoco en el libro de "Los 20 senderos del Despertar Espiritual") pueden analizar las intenciones de quien pregunta... y nunca contestan cuando el motivo es dominado por el egoísmo, lo lucrativo, o el orgullo. Sólo contestarán cuando haya una sincera intención de difundir el conocimiento, de ser útil a la comunidad, de modificar el entorno social. Dicho en lenguaje esotérico: puede haber maldición sobre quien recibe y no difunde. De aquí viene la sensación y la superstición que "todo eso" son ciencias malditas... ¿La verdad? ¡Es cierto! son ciencias que se vuelven malditas para la gente de malas ambiciones, porque son ciencias protegidas por inteligencias superiores que evalúan tanto nuestros deseos ocultos como nuestros actos. También son ciencias benditas para los hombres que piensan en el bien de la comunidad antes que en el suyo propio. Manejar estas ciencias es acceder a lo más sagrado que Dios escondió en nosotros. Temerlas es lo mismo que mirarse en un espejo y asustarse de su propio rostro. Desestimarlas es igual a desear permanecer en la edad de piedra cuando algún forastero nos quiere enseñar cómo hacer fuego.



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