La Terapia Akáshica indaga en un nivel de energía causal, aportando soluciones extraordinarias para salvar situaciones inexplicables de nuestra vida.

viernes, 20 de enero de 2012

Segundo plano de la realidad que trata la terapia akáshica: El plano de relaciones de poder.

Toda vida de relación humana es un tejido de relaciones de poder. Enumerarlos, calificarlos y cuantificarlos da una visión de la maraña de presiones a las cuales una persona está sometida por su medio y a la cual somete a los demás, (empezando
por su pareja, su familia, continuando por sus relaciones laborales y sociales en general).
Dentro mismo del ser, su pensamiento, sus emociones, su comportamiento, todas sus actitudes conscientes o no, todos ellos están sometidos a otras relaciones de poder. Ellas son resultado de la educación, las experiencias de vida, las presiones externas que tuvo que asimilar, sus crisis de adaptación: exitosas o fracasadas, su manejo de las energías... toda su vida está plasmada en las «mamuschkas» (capas energéticas que lo rodean y que cuentan su historia).
Al analizar esta red de relaciones de poder, el Terapeuta llegará a descubrir todos los círculos viciosos en los cuales nos encerramos, y podrá comprender de dónde proviene el estancamiento, cómo neutralizar los miedos a los cambios, cómo ayudar al paciente a renovarse, adaptarse, en síntesis, a asumir mejor su vida en general y de relación con
los demás en particular.
Indagar este plano equivale a considerar al hombre como una amalgama de elementos
interrelacionados de manera lógica entre ellos... O mejor aún, como un software que un programador idealista intentó escribir, llamado «cuerpo angelical» y que otro programador con espíritu de Hacker quiso entorpecer, llamado «el cuerpo diabólico».


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